Quejica de pacotilla

Os encanta quejaros de absolutamente todo y no hacer nada al respecto, opino que debería ser el lema humano universal actual.


Mi otro blog, una ñoñería inmensa, pero yo lo admito y convivo en mi mundo rosa, el tema es que me dejo influenciar demasiado por todos vosotros (si, podéis aprovechar y decirme que me suicide, simpáticos) y dejo mi blog alterno como desahogo personal a mis penas, al gran ausente, pero creo que todos padecemos la soledad a veces. Así que este blog me lo tomaré como una especie de diario en el que me propondré decir lo que le dé la gana a mis múltiples facetas. 


Ya no tengo más que perder que las bragas, que aunque a menudo no las lleve puestas (porque uso culotte, más que nada) no significa que no sea pudorosa, un mínimo de respeto, que no quiero infartar al personal (y no precisamente por lo bueno).


Voy a hacer muchas críticas aquí, estad atentos, pienso poner fina a la gente con nombres, pelos y señales, más pelos que señales, por que la depilación a pesar de estar de moda, sigue dejando mucho que desear.


Se supone que esto es una introducción y se está alargando como lo que no se alarga desde hace meses en mi cama y como que hasta me peso yo. 


Os doy la total enhorabuena por haber llegado hasta este punto >.
No, no has sido el visitante número 1 millón ni te vas a llevar un premio, que ya suficiente tienes con (sobre)vivir como para que yo te estafe (que podría).


Por último, explico el título de mi preciado blog: aparte de porque me da la gana, que es obvio, es porque creo que la palabra "infinito" resulta estar en mal uso actualmente, debería estar restringida a las matemáticas, el universo y la estupidez humana. El tema es que el "estúpido humano" es aquél que la usa para el amor y los sentimientos en términos generales. Y como considero que abarca demasiado pero a la vez muy poco, he decidido que lo que voy a escribir es totalmente poco importante y banal, lo contrario a la importancia del infinito.


Concluyo esta entrada y os doy la oportunidad de ser salidos (entrada del blog/salido). Es que, luego os quejáis de porqué ponen algunas veces las mayúsculas, pero a veces no me entero ni yo, por eso prefiero dejarlo claro, que no oscuro, como casi todo lo que abarca la comunicación humana actual.


Uno de mis followers en Twitter me dijo que no hiciera chistes verdes con el problemón de los pepinos españoles, que abarca gran parte de la población, absolutamente todos necesitamos pepinos para vivir, son para gente fresca (ensalada o sexo), son para gente de todas las edades, de todas las condiciones sexuales, no atañe a ningún tipo de restricción social, los vegetarianos los comen, bueno, no, rectifico, los bebes pueden permitirse llorar hasta que mami se digne a darle de comer un potito en condiciones (formaré un día el club de fans contra potitos de sabor repugnante para apoyar la causa, lo prometo, bebes del mundo)... me pierdo, el tema es que al final parece que los alemanes han terminado por fastidiar, porque los pepinos españoles parecen estar en perfecto estado (el de reposo), mira que me siento andaluza aun siendo alemana, pero esto es un complot antipepinos, no os dais cuenta canis reshulones y tuneadores de coches que hay que dejar de hacerle daño a la gente con semejante gusto para pepinos (coches y/u automóviles en su defecto).


Creo que terminaba esta entrada hace dos párrafos. Me vais a permitir extenderme, ya que no puedo hacerlo de otra manera.


Gracias a todos por estrenarme, me siento realizada, pero ya se me pasará, aunque no lo prometo.